¿La lucha por un cambio de sistema político polariza? ¡No necesariamente! Porque es producto de la liturgia electoral. Estrategia de gobierno y oposición. Fanatizados, reducen la viabilidad de tercera opción. ¡Posicionan bipolaridad. ¡Sierran trochas y colocan gríngolas en la gente.
Observen, que el mismo enfoque se plantea en el bipartidismo (España-EEUU-Inglaterra) donde no está en juego el sistema. La gente vota por dos partidos políticos (bipartidismo). Todo va dirigido a fomentar la bifurcación. ¡Diseñan el mapa con dos caminos y dos campos!
Uno hace cambios y representa lo avanzado y el otro ancla en el pasado. Aparentan diversidad como lo hicieron durante 40 años AD y Copei. Pero su actuación es semejante. Una trampa política que se sostiene en la radicalización de posturas, proclamas y expresiones que condiciona al votante sin más chance ni alternativa. ¡Mecanismo psicológico emocional! Sin embargo, la democracia necesita democratizar los dilemas electorales. Abrir, el abanico para escoger. No entre partidos bloqueados en bandos. Que ofrecen por táctica una misma visión y proyectos de país. Lo que tenemos es una lucha fratricida.
¿Ante esta realidad es factible una tercera vía? Definitivamente sí, creo yo... Organizaciones que marquen la diferencia... sirvan de equilibrio. Ponderados. Capaces de imprimir racionalidad a la política. Argumentativo. Que contribuyan con enfoque integral y programático. ¡Estos partidos se conocen como bisagras!...
Pudiera ser una referencia que gane respeto con su conducta ética y nacionalista. Un punto de convergencia. Serían cuerpos para racionalizar la política. Alcanzaría bancas en la Asamblea y jugaría papel importante. No ganará elecciones pero pudiera atraer al elector anti sistema y al voto no alineado.
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